Trasfondo del Webcomic: La guerra del Advenimiento (primera parte)

Esta historia la escribí hace unos años para el concurso anual de relatos del club de rol El Dragon de Ham. A la hora de guionizar Las Aventuras de La Compañia de La Cabra Loca decidí que sucedieran en el mismo marco narrativo, en el mismo universo.

La narración tiene lugar muy lejos, en una ciudad fronteriza y 20 años antes, en la era previa al Advenimiento de los dioses.

Sin mas preambulos, espero que disfruteis de la historia.

SEGADORA DE ALMAS

(Días de ocio en la ciudad de Ramn)

Ramn, 15 años antes del Advenimiento

Su cuerpo sudaba debido a la sofocante atmósfera del cubículo. La piel tostada por el desierto de donde procedía se encontraba ahora decorada por pequeñas gotas de sudor. Jadeaba asustada como un animal enjaulado – tal como se sentía- mientras oía el rugir del público del coliseo.

Su cabello rojo enmarañado y sucio le molestaba. Cada músculo y fibra de su ser le dolía – había sido azotada innumerables veces por desobediencia- vestía únicamente una escasa coraza diseñada mas para exhibir su cuerpo que para protegerlo, le habían dado un par de guantes de cuero tachonado y unas botas de tacón, con puntera triangular reforzada con hierro.

Había sido capturada en el desierto hace unos meses tras vagar desterrada por su tribu al cumplir los 13 años – los motivos quedaban lejos y confusos ahora que habían pasado dos años-. La chica oyó como la anunciaban – la belleza bárbara del desierto de Kadrak, la furia sexual homicida… – hacia tiempo que había perdido su identidad y ahora era menos que una persona – menos que un animal – en el coliseo de la ciudad de Ramn Kirian era una esclava.

Levantaron la verja que daba acceso a la arena. Kirian se encontraba hipnotizada, sumergida en sus pensamientos, ausente. Desde detrás alguien le azuzó con una lanza obligándola a salir al exterior.

Al principio la luz del sol la cegó, el estruendo de un publico ávido de sangre le golpeo en los oídos. Los cuerpos de otros gladiadores yacían en el suelo – en medio de su confusión a Kirian le pareció que uno de ellos aun respiraba entre gemidos de muerte- por todos lados la arena se encontraba sembrada de armas y manchas de sangre, Kirian se fijó en una guadaña junto al gladiador que agonizaba.

Enfrente a Kirian estaba su oponente, un robusto enano al que habían rapado por completo y untado en aceite, armado con un martillo de guerra y vestido simplemente con un taparrabos. El enano se lanzó de inmediato al ataque, dando un increíble salto tratando de golpear a Kirian por arriba, la chica bloqueo el golpe con el mandoble que le habían dado sujetándolo por el mango y por la punta a modo de bastón. Al momento que el enano aterrizaba en tierra dirigió un certero martillazo hacia su rodilla con el fin desequilibrarla, kirian volvió a bloquear el golpe y dio unos pasos atrás para alejarse de él. Entonces girando sobre si misma dejando el brazo inerte golpeo con el mandoble al enano que trato de parar el golpe, pero la espada partió el mango del martillo provocándole un ligero corte. Mientras el enano caía al suelo de espaldas Kirian trataba de mantener el equilibrio al ver a su adversario rendido en el suelo elevo el mandoble por encima de su cabeza y se abalanzó para acabar con él. Rápido como un rayo el enano rodó para esquivar el golpe, el mandoble golpeó el suelo rompiéndose a causa del impacto, sin perder ni un segundo el enano saltó hacia la cabeza de Kirian agarrándola y haciéndola caer de bruces. Rápidamente el enano comenzó a golpear salvajemente la cabeza de Kirian contra el suelo sin percibir que la chica en un estado de semiinconsciencia trataba de alcanzar la guadaña que había quedado cerca de su alcance.

El público embravecido contempló como Kirian perdía la consciencia justo al coger la guadaña. El enano subido encima de Kirian alzó los brazos en gesto de victoria mientras todo el coliseo gritaba su nombre.

Continua Aqui.